domingo, 16 de septiembre de 2012

6ª entrada de IDENTIDAD REVELADA

Descartar a una

Desde el martes, Angela piensa en cambiar afeandose mas o comprar pelucas con otro color de cabello para Paula. Teme que Martin la reconozca en la segunda sesión y se teme a si misma que llegado el viernes no pueda frenar las ganas de volver a ese bar donde lo encontró.
Y no se puede confiar tanto en la semi oscuridad de los bares nocturnos.
Angela no es bonita, por lo tanto tampoco lo es Paula, pero el maquillaje, su cabello suelto y sobre todo la actitud hacen a la diferencia notablemente.
Pero teme, racionaliza sus intenciones, se mira al espejo varias veces por dia.
Hay momentos en el día cuando está sola que entra en pánico porque sabe que no podrá evitar el viernes ir al mismo lugar. Y no le conviene, corre riesgos.
Para Angela decide comprar unos anteojos mas grandes con un marco mas grueso, pero duda en hacer mas cambios.
Y para Paula decide comprar dos pelucas corte carré con fleqillo, una rubia, y otra castaño caoba.
Pero siente que no alcanza, que solo la actitud las diferencia totalmente,
Pero hasta cuando podrá intentar que Martín no se de cuenta?
Indudablemente debe dejar de atenderlo.
Llega el viernes, Paula no puede evitar salir, es ya una rutina imprescindible en su vida, pero esta vez no sabe donde ir.
O si sabe, pero el temor y la adrenalina, las ganas, y el juego se mezclan peligrosamente.
No puede evitarlo, y por primera vez, repite el lugar del viernes anteriori, solo para volver a verlo.
Un vestido rojo para nada escotado, botas, y la peluca oscura, y perfectamente pintada, pero elegante, sin parecer del montón sobresale en su caminar, y se denota en ella a una mujer especial.
Baja de un taxi, y al caminar siente que Angela está junto a ella supervisándola, y le duele, le molesta y se interpone entre Paula y los demás pero al mismo tiempo sabe que si lo viera a Martín solo Paula tiene la valentía de hablarle despues de lo ocurrido.
Sabe que él no es un príncipe que tiene en sus manos un zapatito de cristal para probar en su pie y eso la tranquiliza en cierta forma.
Pero también sabe que ella es Angela transformada y no Paula recien nacida con esa seguridad que la hacía salir a la calle.
Abre la puerta y camina hacia la barra sin mirar a los costados, solo mirando hacia adelante,pero esta vez se sienta en una mesa casi al fondo del salón.
Martín no está, se inquieta, se impacienta como una adolescente, sus latidos se aceleran.
Pasa mas de una hora y no se permite esperar mas, paga su consumisión y se levanta para irse, llega a la puerta, empuja hacia afuera, y llegando a la vereda lo ve venir caminando hacia ella, como si la hubiese estado esperando allí.

-Paula, deseaba encontrarte, no pude comunicarme con vos, como estas?
-Hola Martín.
-Estas distinta, te cortaste el pelo?
- Si, a veces se me da de cambiar mi look, soy de cansarme facil de los peinados.
-Estas preciosa, hasta te diría mas aniñada.
-Vamos a otro lugar, vamos a donde quieras, bueno no se si queres...
- Mirá Martin en realidad ya me iba.
- Quisiera volver a verte o encontrarnos mañana a tomar un café a la tarde, te parece.
- bueno dame tu teléfono y te llamo para arreglar.

Martin saca su celular y le dice el Numero que ella agenda y le dice te llamo y ya te quedará mi número en el tuyo.
-Llamame quiero verte con tiempo, que me cuentes mas de tu vida y yo de la mía. En donde trabajás?
-Soy asistente contable en un estudio y vos?
-tengo una librería en el microcentro, comerciante.
- Bueno Martín, te llamaré, lo prometo.
Y no pudiendo evitarlo se le acerca y lo besa acariciándole la mejilla con su mano, entonces Martín toma su cara con las dos manos y la besa intensamente, luego baja su mano derecha para desde su espalda acercala hacia él y besarla casi abrazándola. Ella no se resiste, es mas lo disfruta y se deja llevar.
- Paula me gustas mucho, no quiero que te vayas, pero si debes irte al menos dejame llevarte.
- Bueno está  bien.
El auto está a unos metros, suben y la lleva hacia su supuesta casa.
Ella lo hace parar luego de un recorrido inventado en el momento, no muy lejos de allí.
- Hasta mañana, te llamo, me encantó volver a verte.
Martín vuelve a besarla y abrazarla, ella baja y simula entrar en una casa con un pasillo largo y cuando está frente a una puerta hace que entra su llave, y lo saluda con la mano.
El se va, y ella al minuto sale camina hacia la esquina y toma un taxi. Un recorrido de quince minutos la espera hasta llegar a su casa en Nuñez.
Cierra los ojos, está desvastada, pero no confundida, no hay duda que se está enamorando, pero los problemas se acrecientan.
Llega a su casa, abre la puerta, saca su peluca y se sienta en su sillón a llorar, entre emocionada y llena de temores.
Sabe que llega el lunes, sabe que el sábado debería llamarlo, y tal vez vuelvan a verse.
Pero el lunes deberá deshacerse de su paciente para derivarlo a Max.
Un paso dificil pero que hará mas fácil las cosas.
O no...

continuará...



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