lunes, 10 de septiembre de 2012

4ª entrada de IDENTIDAD REVELADA

Sesión de Martín.

A pesar que trató de ignorar lo que había pasado, escuchando música, saliendo a caminar, tratando de concentrarse para ver una pelicula, no pudo evitar pensar en Martín.
En como antes no había reparado en él, por un mecanismo de su profesión, o quizas porque solo Paula debería mirarlo asi, con deseo, con ansias. Solo ella podía hacerlo?
Ahora llegaba el momento de vivir una realidad distinta, algo que no le había ocurrido hasta ahora, enfrentarse a un hombre que la sedujo, que la besó, y seguir tratándolo como Angela, su terapeuta.
Ella sabía que Paula no aflora asi nomás, que está bien guardada, que necesita una serie de artilugios para renacer.
Pero......Angela estaba inquieta.
Suena el portero eléctrico.

-Quien es?
- Martin
- ya bajo

Baja a abrirle, con sus anteojos puestos, el pelo atado muy tirante, su pantalón negro, blusa blanca y hoy un saquito color manteca.
Le abre, le da un beso, y van juntos al ascensor, no cruzaron palabra.
Entran al departamento, y luego al consultorio.

- Como estas Martín?
- Bien, te vas a poner contenta.
- Si, porque? (Sonriendo)
- Porque por fin me animé y salí solo.
- Y como te sentiste?
- Al principio raro, pero estaba tranquilo, lo tome como lo que es, algo natural.
- Y luego?
- Luego ocurrió algo que cambió la noche, que la hizo interesante, distinta.
- Porque?
- Entró una mujer
 Angela, descruzó sus piernas, y su lapicera cayó al piso, la levantó antes que Martin la alcanzara.

- Se largó a llover bastante fuerte, y de pronto, abrió la puerta del bar una mujer, que no pude de dejar de mirarla. Caminaba desenfadada, pero elegante. Se sentó y sacó sus zapatos mojados con un desenfado que me hizo sonreir. Cuando dejó caer hacia atrás su piloto, parecía una escena de una película, parecia que caía en cámara lenta para dejar ver su hermosa espalda descubierta.
No podía dejar de mirarla, una intriga de conocerla me invadía, y ahi me di cuenta que ya había dado un gran paso, y que podia soltarme, que mi timidez se diluía.
Y me acerqué y le hablé. Creí que no iba a poder pero lo hice perfectamente, bueno no se si fue perfecto pero quiero decir con naturalidad.
- Si, te entiendo.
-Era muy fresca, sonreía hasta con los ojos, me arrastraba hacia ella, y yo no podía evitarlo. Bailamos, como hacía mucho tiempo no lo hacía. Pero de pronto prefirió irse, me dejó un número de celular y se fue bajo la lluvia, no quiso que la acompañe. Eso me desconcertó, porque se la veía muy bien, cómoda. Y de golpe se fue.
- Y que hiciste, la llamaste?
- Ayer intenté pero se ve que lo anoté mal porque me da con otra persona. Pero el viernes volveré allí.
Quiero volver a verla, hubo conexión, yo sentí que era correspondido, la besé...
- Porque decis que fuiste correspondido?
- Lo sentí, en todo momento, pero en el beso lo confirmé, hubo mucha química, vos me entendes?
- Si, entiendo. Bueno has dado un paso importante. Si no es esta, será otra, pero empezas a terminar con el duelo de la separación de Diana, del disgusto, de todo el proceso.
- A mi , te digo sinceramente, me gustaría volver a ver a Paula, ese es su nombre, Paula.
- Bueno quizas ocurra, quizas no, insisto, es muy bueno lo que te pasó y te sirve para seguir avanzando.
Veremos como seguis, como te vas sintiendo, que otras mujeres te atreves a abordar y como.
En que ámbitos, a que tipo de mujer, si solo o tambien con tus amigos, aunque tenes pocos en estado de soltería. Bueno, me alegro Martín.
- Esa noche, soñé con ella.
Angela, saco sus anteojos, se los volvió a poner, y se acomodó en el sillón como si algo le molestara, bajo la espalda de su blusa, y por último se desprendió los botones del saquito.
- Es que no podía dejar de pensar en ella, supongo que por eso soñé.
- Los sueños reflejan de alguna manera, a veces directa o también indirectamente, los deseos.
- Entonces se ve que la deseaba mucho, porqué soñé que hacíamos el amor.
Angela tosió una sola sola vez, antes de seguir hablando.
- Bueno, está  bien.
- Si, no te voy a dar detalles.
- No hace falta.
- No, claro (Martin sonrìe distendido)
- Como anda el tema del alquiler, estas buscando?
- Si, si justamente, hoy voy a ver uno, estoy mas animado. Pensé que puedo decorarlo a mi gusto, de a poco, claro. Y estoy por vender el auto, para arreglar el tema del dinero con Diana. Pero voy a a meterme en un plan de ahorro para un  cero.
- Bien, una pregunta
- Si.
- En el sueño, donde era, o sea estaban en un hotel?
- No, parecía que estábamos en mi lugar, pero yo no lo reconozco, pienso que es porque como ahora estoy viviendo con mi vieja, era supuestamente mi departamento, creo.
-Bien. Y estas relacionando la decoración de tu nuevo lugar con lo que veías en tu sueño?.
- Y algo si, creo, porque me sentía muy cómodo, había armonía en lo que veía, pero creo que la verdadera armonía la lograba ella. O los dos, tal vez.
- Bueno, Martin, lo seguimos la próxima, te espero el lunes.

Martín saca su billetera, le abona los honorarios.
Le da un beso y ella le abre la puerta.

- A esta hora está el señor de seguridad, él te abre, como siempre.

Angela cierra la puerta, va a hacia su cuarto celeste, se saca sus anteojos, y apoya su brazo derecho sobre la puerta del placard, y sobre el su frente.
Es la primera vez que la vida de Angela se entrelaza con la vida de Paula a través de una tercera persona.
Pero también es la primera vez, que un beso de un hombre la estremeció de esa manera, siente que esta vez puede involucrarse.
Sabe de él, es su paciente.
Conoce sus defectos pero tambien sus virtudes, y sus conflictos.
Y se pregunta, que voy a hacer ahora?
Y no lo sabe.


continuara...

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