viernes, 7 de septiembre de 2012

2ª entrega de IDENTIDAD REVELADA

(para leer esta entrada debes haber leido la primera, para poder seguirla, gracias)

La llave del secreto

- Me permite un segundo, tocaron el timbre.
Angela camina hacia la puerta de entrada, dejando solo al paciente en su consultorio.
- Mili, estoy atendiendo, ya te dije que en este horario...
- Ay no te enojes, estamos estudiando con una amiga y me quedé sin yerba y nos morimos por un mate, y el almacén abre a las 4, me das aunque sea para llenar el mate nada mas.
- Mili estoy atendiendo, me faltan 15 minutos, cuando se va el paciente te la alcanzo yo. No entendes que por la tarde hasta las 20 no me podes tocar el timbre?
Y le cerró la puerta antes que comenzara a hablar otra vez.

Termina normalmente, acompaña al Sr. Benitez, hasta la puerta y lo despide afectuosamente.
Se dirige a la cocina, cuando ya escucha el timbre.
- Ay Mili, por favor!!!
- No quería que te molestes.
- Toma el tarro, usa lo que quieras, despues me lo das, eso si desayuno con mate, asi que....
- Si antes de la cena te lo devuelvo.

Angela tiene un cuarto pequeño, donde hay un divan y un placard donde guarda celosamente el vestuario, los zapatos, y todos los accesorios y maquillajes que usa para convertirse en Paula. Por supuesto cerrado con llave.
Y esa llave, la que nunca sabe donde guardarla, elige un lugar en el momento, y ese es su escondite, puede ser en el baño, detras del lavatorio, en un rincón del marco de la ventana de la cocina, o entre las sábanas dobladas en un estante de su placard.
Pero nunca en el mismo lugar, asi ejercita su memoria, y juega de alguna manera a agregar mas adrenalina a las salidas.

Es viernes, su ultimo paciente se ha ido, se da una ducha reparadora, es un dia de otoño bastante húmedo, y con una temperatura agradable.
Mientras se ducha piensa que atuendo se pondrá esta noche.
Sale de la ducha envuelta en un toallón de color amarillo, encrema sus piernas, brazos, seca su cabello, y lo desenrrieda con sumo cuidado, cuando toma la crema facial y está por ponersela, dice:

- La llave!!!
 Y de pronto suena el timbre y la asusta un poco.
- Angela, a que no sabes que encontré en el tarro de la yerba. Como quisiera saber de donde es esta llave...
A veces pienso Angela está llena de secretos...
- Dame esa llave, no te metas en mi vida.
- ay fue una broma, no te enojes, suerte que no te la perdí con los colgada que soy, jaja.
- Mili, gracias, pero estoy apurada, debo cambiarme.
- Salis hoy?
- Tengo un cumpleaños, te dejo, hasta mañana.
Y le cierra la puerta bruscamente.
Toma la llave y la coloca sobre su pecho sientiendo un gran alivio.

Y como todos los viernes, se prepara un tostado de jamón y queso, come media manzana y se sienta en su sillón favorito a tomar un wisky con hielo.
Al rato se levanta y llevando el vaso entra al cuarto celeste, como ella lo llama, y con la llave en su mano izquierda, se mira al espejo y le habla a Angela.

- Estoy harta de ver tu cara descolorida, tus ojeras, tu pelo tirante, tu fea postura, tus aires de inteligente y sabelotodo. Tu carácter irascible, y tu soledad..... que patética tu actitud.

Y abre la puerta del pequeño placard, y comienza a mirar detenidamente cada vestido, los jeans, las musculosas, hasta que al fin elige que va a ponerse esta noche. También elige accesorios y la cartera que acompañara junto al calzado y le daran vida a Paula.
En la puerta del placard tiene anotados los lugares por orden que ha ido  frecuentando, para no repetir, y si decide volver a alguno, cambia de alguna manera su fisonomía, y deja pasar mucho tiempo para volver allí.
Se viste, se maquilla, se perfuma, y escucha que Mili sale y va hacia el ascensor con dos amigas y hablan de ir a la casa de alguien, no entiende bien de quien, no importa.
El tema es que se fue ya.
Espera unos diez minutos y sale, y al cerrar la puerta siente que Angela queda alli adentro, sola y triste.
Paula sonríe y comienza otra aventura.
La noche espera de ella el brillo que dará su caminar al entrar a un bar, donde algún hombre o varios se darán vuelta para mirarla, algo que Angela jamás lograría.
- El único que tal vez viera a Angela en mis ojos sería Max, pero el no frecuenta estos lugares.
Se dijo, mientras subía a un taxi.

Paula avanza y se enfrenta a la noche.............................a una noche especial.


(continuará)


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