Recuerdo a mi padre siempre sonriente, afectuoso, de muy buen humor, sabía contar chistes y hacernos reir muchísimo con sus anécdotas de su Galicia natal.
Me acuerdo mucho también cuando cantaba o tocaba la guitarra en las reuniones familiares y nos hacia cantar a todos.
Pero también de la tragedia de la Guerra civil española, de él como soldado, y que no quería usar el fusil para matar a un hermano en una guerra infame e injusta.
También en como tuvo que criar a su pequeña hija, mi hermana, con la ayuda de sus hermanas, y su madre desde los 9 meses hasta los 9 años, fecha en que vinieron a Buenos Aires y ahi recién se reecontraron con mi madre.
Una historia llena de injusticias, hambre, enfermedades de la post guerra, y un corazón repleto de esperanza.
Y asi y todo fallecio a los 75 años sin haber vuelto a su pueblo, Arnoia, del que hablaba con amor y nostalgia a pesar de todo lo malo que alli se vivió.
Esa nostalgia del exiliado, del que se va a hacer la vida en un país que no es el suyo, y siempre guarda una lágrima sentida por su patria lejana.
Para vos papá, este recuerdo de tu risa, de tu cariño incondicional, de tu excelente humor, de tu enseñanza de ser buena persona, de los valores, el respeto y la solidaridad, y ante todo por enseñarme el valor de la amistad y la lealtad, y el amor demostrado en todos tus actos.
Espero encontrarte allá arriba donde se que estas cantando canciones gallegas con tu gente querida.
Hasta pronto papi.
Y Feliz dia hoy y todos los días.
Tu hija
Inés
No hay comentarios:
Publicar un comentario